Por Gabriel Calisto 

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En lo que prometía ser su primer acto en un estadio, Cambiemos lanzó con todas sus figuras el desarrollo del SAME para la provincia de Buenos Aires. Allí estuvieron –aunque en el playón del Estadio único de La Plata– el presidente Mauricio Macri, la gobernadora María Eugenia Vidal y el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta.

Como toda idea que reunió expectativa, tanto en la población como en los jefes comunales, el oficialismo piensa mostrarlo como uno de sus logros de gestión, especialmente considerando que se trata de un año electoral. “Hoy no hay un sistema estandarizado de emergencias. Cada municipio lo atiende como puede, muchas veces contratando empresas privadas”, le dijo a “Crónica” la ministra de salud bonaerense, Zulma Ortiz.

La funcionaria destacó que el SAME “cuenta con una enorme experiencia en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y permite estandarizar en toda la provincia la respuesta. Esto signifi ca que todas las ambulancias tengan el mismo equipo, entre otros puntos”.

Disputa por los fondos

El punto más discutido es el subsidio que la provincia aportará para los recursos humanos necesarios: médicos, radioperadores y conductores. El esquema oficial plantea “una reducción para su salida final en 2019”. También hay quejas de los intendentes, que deberán tener los móviles y equipos.

Además de estandarizar la respuesta municipal en la calle ante un accidente o tragedia, el gobierno bonaerense busca afianzar la intercomunicación de la atención de las emergencias. “Hoy no hay diálogo y se reciben las denuncias en un número que determina cada distrito. Queremos que eso vaya todo al 911”, agregó Ortiz.

Las estadísticas marcan que la principal causa de muerte en personas entre 15 y 35 años son los accidentes de tránsito, y desde el Ejecutivo señalan que esos índices se reducirán con la implementación del SAME. Los distritos oficialistas de Morón y Lanús fueron seleccionados a mediados del año pasado como prueba piloto.

En el municipio que conduce Néstor Grindetti cuentan que “cuando llegamos al municipio había dos ambulancias que funcionaban; a una le pusieron arena en el motor en diciembre de 2015 y se rompió”, le contaron a “Crónica”. “Hoy tenemos 14 móviles y hay coordinadores en el Centro de Monitoreo con las cámaras de seguridad. Cada vez que hay un accidente, se dispara el alerta para llegar antes”, explican.

Morón, por su parte, suma nueve ambulancias, y destacan el trabajo coordinado con los hospitales de la región.