El sistema "puerta a puerta" para la compra de productos del exterior está por cumplir siete meses desde que fuera reinstaurado por el actual gobierno nacional. Hasta ahora, sus resultados lo acercan más al fracaso que al éxito.

Desde el Correo Argentino aseguran que la mayoría de los paquetes que arriban al país en barco o en avión son devueltos a los vendedores.

Según los datos aportados por la empresa telepostal, hasta hace unos días habían llegado al país unos 998.000 paquetes. De ese total, unos 764.000 cumplieron con los requisitos de pesar hasta dos kilos y valer hasta 200 dólares.

Sin embargo, sólo el 41,6% de esos envíos (es decir, 318.000) fueron recibidos por los compradores. Por el contrario, unos 226.000 (un 29,6%) se devolvieron a los países remitentes (mayormente China) "por falta de cumplimiento de algunos de los trámites correspondientes" en los 30 días que se dan de plazo. Mientras tanto, otros 220.000 (un 28,8%) todavía esperan ese cumplimiento, por lo que cabe la posibilidad de que en algún momento sean devueltos a los países de origen.

Por otro lado, los compradores particulares debieron retirar de la Aduana unas 174.000 encomiendas que no fueron enviadas a los hogares porque superaban el límite permitido de 200 dólares o pesaban más de dos kilos.

Los requisitos
Luego de que el paquete pedido por el comprador llega al país en barco o en avión, hay que esperar la entrega de un telegrama, que puede producirse en días, semanas o hasta meses. Posteriormente, se debe ingresar a la página de la AFIP con Clave Fiscal para llenar una declaración jurada online. Recién entonces se puede pagar, también desde la web, un impuesto del 50% del valor de la compra y, en trámite aparte, el cargo de 100 pesos para el Correo Argentino. Si todo va bien, entonces, días más tarde el producto llegará a la puerta.

Fuentes del Correo Argentino aseguraron que el "puerta a puerta" está generando un engorroso problema logístico. Las decenas de miles de paquetes que juntan polvo a la espera de ser reclamados están ocupando lugar y demandan cada vez más horas hombre, dado que la gestión del inventario requiere de numerosos empleados, que deben revisarlos y acomodarlos.