Un doble atentado contra peregrinos chiitas procedentes de Irak sacudió hoy el centro de Damasco y causó la mayor matanza en la capital siria en un año, con, al menos, 59 muertos y más de un centenar de heridos.

Las bombas explotaron con pocos minutos de intervalo en un estacionamiento de micros a las puertas del cementerio Bab al Saghir, ubicado cerca del casco histórico de Damasco y donde se ubican varios santuarios sagrados adonde los peregrinos se dirigían a rezar.

Las dos explosiones ocurrieron en la zona del cementerio Bab al Saghir, en el casco histórico de Damasco, causando la muerte a 47 peregrinos y 12 miembros de las fuerzas de seguridad leales al presidente sirio, Bashar al Assad, según el último recuento del Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

El Observatorio, una ONG basada en Londres y cercana a la oposición siria, detalló que una bomba explotó en primer lugar cerca de la puerta del cementerio, del lado del aparcamiento, donde había nueve micros, y después un suicida detonara un cinturón explosivo que llevaba adosado al cuerpo en el camposanto.

El OSDH no descartó que el número de víctimas mortales pueda aumentar, porque varios heridos se encuentran en estado grave.

Previamente, el gobierno sirio informó que había "más de 40" muertos y cerca de 120 heridos en el atentado, el más grave cometido en la capital siria en un año.

Ningún grupo extremista reivindicó por el momento el ataque, aunque el gobierno sirio acusó tanto al grupo islamista radical Estado Islámico (EI) como al Frente Fateh al Sham, antigua filial siria de Al Qaeda, en un comunicado del Ministerio de Exteriores.

La gran mayoría de las víctimas procedían de Irak y se trataba de peregrinos que habían viajado a Siria a visitar los lugares sagrados de la capital, según informó la Cancillería iraquí en un comunicado, reproducido por la agencia de noticias DPA.

Las explosiones destruyeron dos micros y la balacera causó daños en numerosos camionetas y automóviles que estaban estacionados en el lugar del ataque, según imágenes difundidas por la televisión oficial siria.

La Cancillería iraquí anunció que formó un gabinete de crisis en cooperación con las autoridades sirias para elaborar una lista nombres de todas las víctimas y para proporcionar la ayuda de emergencia a los heridos y la repatriación de los fallecidos.

Los ejecutivos de ambos países manifestaron su repulsa por el atentado e hicieron llamamientos a la ONU y a la comunidad internacional para que lo condenen.

El atentado fue el más grave ocurrido en Damasco desde febrero de 2016, cuando cerca de 120 personas fallecieron en una serie de ataques cometidos con coches bomba y por suicidas en la localidad de Sayeda Zeinab, a unos 17 kilómetros al sur de Damasco.

En esa localidad se ubica uno de los lugares sagrados de peregrinación para los fieles chiitas, la mezquita que acoge el mausoleo de Sayeda Zeinab, nieta del profeta Mahoma, venerada por esta rama del islam.

Sayeda Zeinab fue blanco de varios atentados del EI, que es un grupo radical sunnita y que ataca con frecuencia a la comunidad chiita tanto en Irak como en Siria por considerar a sus miembros "renegados".

Damasco es una de las zonas menos afectada por los combates de la guerra civil siria, que la semana próxima entrará en su sexto año.

No obstante, hoy mismo las fuerzas gubernamentales lanzaron misiles contra barrios rebeldes en la periferia de Damasco y se enfrentaron a combatientes del EI al sur de la capital.