Una adolescente de 15 años fue salvajemente agredida y abusada por un joven, que reside a pocas cuadras de su casa, en la localidad bonaerense de Monte Grande.

La víctima fue interceptada por el acusado cuando regresaba de una fiesta y en ese instante sufrió el robo de su teléfono celular. Por lo tanto ella se dirigió al domicilio del individuo para reclamar su pertenencia, pero este, como represalia por el reclamo, le exigió que le practicara sexo oral, obligándola a la fuerza, golpes mediante y manteniéndola en cautiverio durante largas horas.

A las 0.30 del último domingo, una menor de 15 años partió de su vivienda rumbo a una fiesta que se desarrollaba a quince cuadras, en la localidad bonaerense de Monte Grande. Allí permaneció hasta las 6 de la mañana, cuando decidió regresar a su hogar, acompañada de su grupo de amigos. Pero en ese instante “aparece un chico que ella conocía del barrio. Este la abrazó, luego se fue, pero mi hermana advirtió que le faltaba el teléfono celular. Entonces decidió ir a la casa del pibe para que se lo devolviera”, relató a “Crónica” Claudia, hermana de la adolescente.

Sin embargo, en su camino, “apareció otro muchacho, que dijo conocer quién le robó a ella y se ofreció a acompañarla. Incluso cuando llegaron al lugar le dijo que él arreglaría todo. Habló con la mamá del otro sujeto, llamado Kevin, y la mujer le entregó 500 pesos, como pago por el celular, y se fue”, continuó relatando la familiar de la víctima. Pero al ser estafada por ambos individuos decidió retornar a su domicilio, con profundo malestar.

Le ordena sexo oral

No obstante, en ese momento “salió la mamá de Kevin y le dijo que entrara a la casa, porque su hijo quería hablarle. Cuando mi hermana entra, este chico le reprocha que sus padres se enojarían con él por el reclamo del teléfono y entonces, como represalia, le ordena que le practique sexo oral”, reveló Claudia.

La joven se negó y, en consecuencia, “él la tomó de la cabeza, la empujaba hacia su pantalón y la golpeó hasta que mi hermana perdió el conocimiento por tres horas. Cuando lo recuperó no la dejaba ir, hasta que ella aprovechó un descuido y escapó”.

Producto de las agresiones, la adolescente debió ser internada en el Hospital Santamaría de dicha localidad, donde permaneció durante 24 horas por la gravedad de su cuadro.

En este sentido, su hermana remarcó que “mientras él está tranquilo en su casa, ella tiene secuelas, perdió parte de la visión por los derrames internos y además está bajo observación permanente de neurólogos y psicólogos”.

Es por esta razón que Claudia exige que “se agilice la investigación porque esta persona debe pagar lo que le hizo a mi hermana, que no sale de su estado de shock”.