Se supo que los malandras habían alquilado una casa en el coqueto paseo, que les sirvió de centro de operaciones para cometer varios atracos en fincas de la zona.

Tras un intenso operativo policial, la gavilla fue puesta a buen resguardo y al cierre de esta edición, declaraban en la Brigada de San Isidro. Los voceros dieron cuenta que una cámara de seguridad fue la clave en el procedimiento que permitió la detención de los malvivientes.

En tanto, se investiga si los malandras son responsables de otros ilícitos perpetrados en la zona norte del conurbano.

Operativos
Semanas atrás y en el marco de distintas tareas vinculadas al esclarecimiento de robos en Nordelta, la policía había detenido a un sujeto conocido como “Cuchi”. El individuo cayó mientras circulaba en un Ford Focus blanco, en el cruce de Parera y O’Higgins de El Talar.

En ese momento, el operativo fue realizado por efectivos de la Subdelegación Departamental de Investigaciones y la Jefatura Distrital Tigre, tras una serie de tareas de inteligencia y vigilancia en un domicilio de la calle Groussac al 2700 del barrio Ricardo Rojas de la localidad de El Talar.

“Cuchi” salió de ese domicilio en el auto, junto a dos acompañantes y luego fue interceptado y detenido por la Policía. Del operativo cerrojo también colaboraron el Centro de Operaciones Tigre (COT) y la policía local de ese municipio del norte del conurbano.

Sebastián Fitipaldi, el fiscal a cargo de la causa, de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI), pidió la detención de “Cuchi” ante una serie de elementos que indicarían que es el delincuente que quedó filmado con su rostro a medio tapar, por las cámaras de seguridad de una de las casas robadas en el barrio La Isla de Nordelta.

"Estamos convencidos que es el hombre del video. Y estamos analizando cómo logró ingresar al country sin ser detectado. Creemos que tuvo ayuda y que hay algún entregador", dijo uno de los investigadores.

Por ellos, el fiscal Fitipaldi y los detectives de la Sub DDI der Tigre tienen la mira a los vigiladores de las empresas de seguridad que prestan servicio en los barrios, ante la posibilidad de que existiera algún empleado infiel que haya podido brindar apoyo y cobertura.