Conmoción en el pueblo de Novo Aripuana en Manaos, Brasil. Es que una turba enardecida de 500 personas molió a golpes y quemó viva a una mujer embarazada de un mes, acusada de causar la muerte de un niño.

La víctima sufrió gravísimas quemaduras en las piernas y los brazos.
De acuerdo con la Policía Civil, todo comenzó el pasado domingo pasado cuando Luzinete da Costa Gama, de 30 años, incendió una casa y provocó el fallecimiento de un niño de sólo dos años, mientras que otras dos personas resultaron gravemente heridas.

"Una mujer mató a un niño y la policía la detuvo. La población estalló de furia, rompió la comisaría y la sacó de la celda para hacer justicia por mano propia", explicó un portavoz del municipio.

En medio de una batalla campal, hasta el jefe de la policía fue golpeado por una piedra, y tuvo que ser trasladado a un hospital. A raíz de los gravísimos incidentes, el gobierno brasileño debió enviar fuerzas militares a la región.

Parte médico

La mujer agredida por la turba tiene un 20% del cuerpo afectado con quemaduras de segundo grado, traumatismos en la cabeza y debe respirar asistida por aparatos. Pero su condición es estable, según los médicos que la atienden.

El delegado Vinicius Silveira dijo que "lo que pasó fue un acto relacionado con la brutalidad y la estupidez de un animal". Para el delegado, la actitud de la gente es un acto arraigado en muchos municipios de Amazonas. "Hacer justicia por mano propia ha sido la regla en el interior y en la capital cuando hay casos desgarradores. Ella mató a un niño y sabía que podía ocurrir, pero no lo podemos evitar", dijo.

Silveira reportó que hicieron todo para protegerla.

"Si las personas son ignorantes se debe a que en los últimos años recibieron sólo la ignorancia. Aquí había una escena animal", agregó.

Otra vez, la realidad superó a la ficción. Y lo más curioso del caso es que la misma gente que participó del linchamiento filmó la salvaje agresión y luego los videos recorrieron el mundo.