A través de un comunicado transmitido por su abogado, Jerónimo Guerrero Iraola, AL, amiga de Emma que sobrevivió al salvaje ataque, dio mínimos detalles del calvario que le tocó vivir. 

La víctima explica que el motivo del comunicado es que vio publicado en un diario "detalles sobre la mecánica de los hechos" de los que fueron víctimas ella y su amiga asesinada, María Emma Córdoba (26).

"En la actualidad me encuentro en proceso de recuperación, tras el impacto que conlleva el hecho de haber sido expuesta a niveles de violencia intolerables para cualquier persona, y al hecho de tener que afrontar la pérdida de mi amiga", dice.

"Mi abogado -continúa-, solicitó, en los últimos días, que por favor se tratara el caso con perspectiva de derechos lo que implica, entre otras cosas, resguardar mi intimidad, y preservarme, junto a mi entorno, de situaciones que me expongan a un proceso de revictimización".

"El derecho que me asiste de intentar retomar mi habitualidad, mis rutinas, no debe ser menoscabado por un tratamiento amarillista, que no aporta nada a visibilizar el flagelo de las que somos víctimas cientos de miles de mujeres", agrega la joven.

Al final del texto, AL le solicita "a los medios de comunicación" que "no decidan" por ella, que "no hablen" por ella y que "respeten las decisiones" que va tomando en conjunto con sus seres queridos.

El hecho se registró durante la madrugada del sábado 8 de julio pasado en una antigua vivienda de las calles 126, entre 5 y 7, de Punta Lara, donde María Emma se hallaba junto a una amiga de 25 años.

Cuando las amigas salieron de la casa a cerrar el portón y a entrar a los perros, apareció un hombre armado con un revólver que las amenazó, obligó a desnudarse, ató, violó y golpeó con una pala, ataque en el que Córdoba terminó asesinada.

Para lograr su impunidad y borrar evidencias, el asesino también intentó prender fuego a las víctimas y la casa con un encendedor y un aerosol que utilizó como lanzallamas.

La sobreviviente relató que ella se quedó quieta y cuando el asesino de su amiga salió de la casa tras robar algunos objetos personales, logró escapar para pedir ayuda y pudo contarle a la policía que el autor era un vecino apodado Papu, con el que ambas mujeres se habían cruzado a la tarde en la calle.

El imputado, Ariel Osvaldo Papu Báez (23), fue detenido por la policía en la casa lindera, donde además se secuestró una mochila que tenía objetos robados a las víctimas, entre ellos, sus celulares, una notebook, sus DNI, tarjetas bancarias, un juego de llaves y cosméticos.

En su indagatoria frente a la fiscal platense a cargo de la causa, Virginia Bravo,  Báez se declaró inocente y dijo que la madrugada del crimen estuvo con amigos en la calle y cuando regresó a su casa vio salir de la vivienda de las víctimas a un ex convicto, a quien conoce, que le dijo “guacho, la re cagué, andate, andate”, y luego arrojó un bulto y se alejó.

El detenido está imputado de “privación ilegal de la libertad, abuso sexual agravado, homicidio doblemente calificado por ensañamiento y por mediar violencia de género (uno consumado y otro en grado de tentativa) y tenencia de estupefacientes para su comercialización”, ya que en su casa se secuestraron plantas de marihuana y una bolsa con 358 gramos de cocaína.