Una adolescente de 16 años, alumna de un colegio religioso de la ciudad de Santa Fe, fue detenida con prisión domiciliaria, acusada de ser la autora de una amenaza de bomba efectuada al 911, en el marco de una seguidilla de llamadas falsas que se viene produciendo en esta capital y en Rosario, en coincidencia con los exámenes de mitad de año.
 
Las policías tanto de Santa Fe como de Rosario advirtieron sobre el crecimiento exponencial de las amenazas en colegios durante las últimas semanas, en coincidencia con los exámenes de mitad de año.
 
Una alumna del 4 año del colegio Nuestra Señora de Guadalupe, en 9 de Julio al 2500, en el microcentro de la ciudad de Santa Fe, fue aprehendida por personal de la Unidad Regional I durante el mediodía del último martes.  

La policía detectó que el llamado al 911 recibido poco antes había sido efectuado desde el mismo establecimiento, supuestamente del celular de la chica, que fue secuestrado, aunque no se descartaba que haya sido usado un teléfono de la propia escuela, informaron fuentes del caso a la prensa.
 
La llamada falsa generó alarma y el desalojo de todo el establecimiento. Al mediodía, la policía detuvo a la chica en el colegio y la trasladó al Juzgado de Menores, donde el juez de ese fuero Estanislao Surraco ordenó que permanezca con arresto domiciliario en su casa, hasta que adopte una resolución respecto de su situación judicial.
 
Fuentes policiales dijeron a la prensa local que solamente durante la jornada de ayer se recibieron cuatro amenazas de bomba en colegios de la ciudad de Santa Fe, todos de gestión privada.
 
Por su parte, la policía de Rosario informó que durante el mes de junio hubo 33 llamados al 911 para dar cuenta de la colocación de explosivos en establecimientos educativos, que luego resultaron ser falsos.

En tanto, fuentes de la Brigada de Explosivo de la ciudad, un cuerpo en el que se desempeñan 19 efectivos, destacaron que hay días en que han recibido hasta tres alertas, por lo que no dan “abasto” para diseñar los protocolos de acción correspondientes que se activan ante una denuncia de este tipo, admitieron.
 
El último caso se registró en la mañana de esta jornada en la Escuela Simón Iriondo, ubicada en las calles Suiza y Junín, al noroeste de la ciudad, que generó la evacuación del establecimiento y cierta psicosis entre padres, docentes y alumnos.
 
El 911 recibió el pasado martes tres llamados con denuncias en un lapso de una hora: a las 8,45 en la Escuela número 1.240, situada en el centro de la ciudad; a las 9,40 en el Colegio Del Sur, en Regimiento 11 y Sarmiento; y cinco minutos más tarde en la Escuela Verbo Encarnado, en La Paz al 500.
 
Jorge Carrera, a cargo del área Tecnologías para la Seguridad y Atención de Emergencias, explicó que este “juego” termina generando “situaciones muy complejas”, debido a que obliga a “movilizar recursos que debería estar en otro lado”.

“Por pautas internacionales, esto hay que tomarlo con total seriedad y cumplir con los protocolos, por más que sepamos que se trata de una broma”, aclaró el funcionario.
 
Las fiscalías de Rosario tienen varios expedientes abiertos por estas falsas denuncias.
 
En una de las causas más avanzadas se solicitó tres años de prisión de ejecución condicional por “intimidación pública” para un joven de 20 años que en septiembre de 2016 hizo una falsa amenaza de bomba contra el colegio Estanislao López.
 
Para el fiscal Fernando Rodrigo, a cargo de la investigación, esa llamada telefónica constituyó un agravante “severo” ya que implicaron un fuerte despliegue operativo hasta que se detectó que no era real.  

El imputado adujo que hizo una “broma” para evitar que dos amigas rindieran un examen en la escuela.  El juez Juan Andrés Donnola tiene 10 días para definir la situación procesal del acusado.