José Luis Sureda, afirmó este viernes que el titular de esa cartera, Juan José Aranguren, “es un hombre íntegro y frontal, pero que no sabe escuchar” y reiteró que dio un paso al costado porque un vocero gubernamental le exigió a un periodista de The Wall Street Journal que le dijera “qué preguntas” iba a realizarle al secretario en una entrevista pactada.

Tras haber dejado su cargo el martes a través de una carta en la que acusó a Aranguren de ejercer “autoritarismo”, el ex funcionario señaló que su partida del Ministerio se produjo por “una combinación de circunstancias de largo plazo y otras intempestivas”.

Sureda remarcó que trabajar con Aranguren “es difícil” y reveló que “en los temas más importantes” que competen al sector energético no ha sido “convocado a discutir” por el ministro de Energía, lo que, concluyó, “le resta calidad a su gestión”.

Tal como contó en su carta de renuncia, el ex funcionario afirmó que el último hecho que la determinó fue que se le impidió el ingreso al ministerio a “mi amigo” el periodista del diario especializado The Wall Street Journal, Taos Turner, quien iba a hacerle “algunas preguntas totalmente técnicas”.

Sureda indicó que, cuando Turner se acreditó en la Mesa de Entradas del Ministerio, “la chica que lo atiende hace una pausa, consulta con el vocero y este le dice que tiene que tener su previa autorización y saber qué preguntas va a hacer porque esas son las directivas que tiene del ministro (Aranguren) y que no podía entrar hasta que no cumpliera esos requisitos”.

“Este hombre (por Turner) se fue y no pudo entrar y yo me sentí humillado, esa es la palabra. Me parece que ese era un trato no propio de este gobierno y me parece que, en cualquier caso, es una agresión inútil”, indicó.

El ex funcionario calificó este hecho como “una falta de respeto”, al tiempo que advirtió que le “dolió mucho más porque no es un intento del momento, un hecho circunstancial, sino que es una decisión de cómo trabajar y eso me parece que es muy mal, a mí me hizo mucho daño”.

“Eso hizo decirme que yo no podía seguir así, y esto era algo que yo venía viendo hace un tiempo”, sentenció Sureda, quien expresó que esta gestión arrancó “con un sector energético desquiciado” por lo que entiende “perfectamente la presión bajo la que él se encuentra”.

En cuanto a la carta de renuncia en la que acusó a Aranguren de ejercer su función con “autoritarismo” y le advirtió que “la libertad ajena” no es “un bien transable”, dijo que considera “una infamia” que esa misiva esté en los medios, pero resaltó que “es una carta dura porque la realidad es dura”.

“Escribí esa carta media hora después del hecho con rabia, con humillación y con vergüenza. La dejé en mesa de entrada y esta es la única copia”, sentenció.

Sureda consideró que Aranguren “es un hombre de una enorme capacidad de trabajo, íntegro, frontal, pero que no sabe escuchar”, por lo que remarcó que “trabajar con él es difícil”.

“Llenos de restricciones y llenos de problemas, el trabajo en equipo es lo fundamental para poder gestionar mejor y el ministro tiene el privilegio y la obligación de elegir el modo de gestión, pero yo no estoy de acuerdo con él”, enfatizó.

El saliente funcionario también negó que, como trascendió en los últimos días, su renuncia haya estado sujeta a la caída de la producción de gas de febrero ya que, aseguró, “esto fue por el cierre de los sistemas troncales para hacer mantenimiento”.

También descartó que haya repercutido en la relación entre él y el ministro la denuncia que hizo la diputada Elisa Carrió en su contra por presuntas “negociaciones incompatibles con la función pública” y advirtió: “Yo he sentido siempre que en ese tema me estaba respaldando”.